Tontac@s, cómo ya habréis visto, esto no es una historia completa, son mini relatos Danna. Me parece más cómodo de narrar y espero que os gusten, os emocionen, y os hagáis fan fan fan de póster de estos relatos.
Os quiero.
Gracias por estar ahí <3

jueves, 28 de febrero de 2013

La tormenta♥ (Parte 2)


- Dani.- Me aferro a él.- Dani, tengo miedo.
- Tranquila cariño.- Me besa en el pelo.- Tranquila, estás conmigo.
Vuelve a abrazarme. Tan sólo son las dos de la madrugada. No es la primera vez que me pasa esto. Llevo teniendo estos sueños durante más de una semana. Dani parece que ya se va acostumbrando, me da pena tener que despertarle cada madrugada por lo mismo. Pero él sabe que lo paso mal y lo comprende. Le beso cariñosamente y dejo caer mi cabeza en su pecho.
- Anna, estás temblando.- Me acaricia por la espalda para calmarme.
- Sí, lo sé...- Digo titubeante.
- Shh... Tranquila. Sólo ha sido un sueño.- Me vuelve a besar en los labios y se levanta de la cama.- Voy a traerte un vaso de agua, ahora vengo.
- Da.Dani... Espera, no te vayas...- Me inquieta la idea de quedarme sola en la habitación.- No me dejes aquí...
- Mi vida, sólo voy a por un vaso de agua.- Me da un nuevo beso en los labios. Lo disfruto todo lo que puedo, lo retengo hasta cuanto puedo.- Vengo enseguida.
Y sale de la habitación con media sonrisa. Como media perfección, aunque viniendo de él es toda la perfección entera.
Pasan los segundos en la oscura habitación que me rodea. El tiempo cae en pedazos sobre mí, cada  tic tac del reloj es cómo un paso más de la agonía de aquella pesadilla que se apodera de mí. Me acurruco en las sábanas y espero impaciente a Dani.
Pasan varios minutos que para mí son como horas, horas eternas. Por fin, lo oigo silbar y subir las escaleras. Abre la puerta, entra y la vuelve a cerrar. Trae el vaso de agua consigo. Se tumba de nuevo junto a mí, sonriente, y me besa tiernamente. Yo consigo sonreír también, me alegra tenerle de nuevo a mi lado.
- ¿Qué? ¿Me has echado de menos?- Asiento mientras pego un largo sorbo de agua.- Vaya, al parecer también tenías sed.- Se echa a reír.
Yo dejo el vaso en mi mesilla de noche y me apoyo de nuevo en su pecho. Él me acaricia de nuevo el pelo.
- ¿Estás mejor? ¿Quieres hablar de ello?
- Si es siempre lo mismo.- Suspiro.- No sé, me empiezo a cansar de que pase siempre igual.
- Apenas duermes por las noches.
- Sí... No sé qué me pasa. No soy de las que suele tener pesadillas, ¿sabes?
- No diría eso después de la última semana...
- Ya... No sé qué me pasa.
- Quizás tendríamos que ir a que te lo vea un médico o algo, ¿no crees?
- ¿Qué dices?.- Me suelto de sus brazos y me pongo frente a él.- ¿Ir a un psicólogo? No estoy loca, ¿eh?
Los dos reímos por mi comentario y nos tumbamos en el colchón, juntos, muy juntos.
- Bueno, un poco loca si que estás... Por mí.
Su sonrisa provoca la mía. Me hace cambiar de emoción al instante, me pierdo en su mirada.
- Sí, la verdad es que me vuelves loca, Martínez.
- Pero no le vayas decir eso al médico, ¿eh?
Los dos volvemos a reír. Esta vez él se pone encima mía, y comienza a besarme. Por el cuello, por el hombro, por mis labios.
Siento cada vez más, me excita cada vez más.
Al final acabamos cómo todos imaginan.
Pero igual de excitados, eso no lo perdemos.
Sí, él es el que me vuelve loca.
 

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