Le veo de espaldas, sentado en la arena de la playa. Ni siquiera está con la toalla debajo, no le hace falta, lleva los bóxers puestos. Le miro y disfruto unos segundos más de las vistas de su cuerpo esbelto. Me muerdo el labio, es adorable.
Sin mirarle me siento a su lado. Él gira la cabeza y me ve. Yo me mantengo mirando al frente y él se mantiene callado, sonriéndome.
- He traído helados.
Veo como sonríe mientras niega con la cabeza. Vuelvo a mirar al frente y él hace lo mismo.
- Al final no te has podido resistir, ¿eh?- Me sonríe mientras coge un poco de helado con su dedo y lo pasa por mi nariz.
Pega una carcajada y me mira. Yo finjo estar enfadada, él se levanta y comienza a correr hacia el agua. Yo le observo sorprendida. Veo cómo se mete en el agua, de cuerpo entero y, tras nadar un poco, vuelve empapado hacia mí sonriendo satisfecho. ´
- ¿Qué, me perdonas ya?.- Yo río y le tiro de la mano hacia mí, para que se siente a mi lado.
Lo hace y le entrego el vol con el helado de chocolate y turrón que le he comprado. Lo prueba y a continuación me besa. Me sorprendo al principio, porque me pilla desprevenida, pero acepto sus labios con muy buen gusto.
Es un beso tierno y suave. Con sabor agridulce, un sabor mezclado por el agua salada del mar y el sabor a chocolate. Me encanta.
Estamos unos segundos más así, besándonos, sin importarnos el tiempo, sin importarnos quién nos vea. Sólo con atención en nuestros labios.
Después de unos segundos más, nos separamos exhaustos, cogemos aire a la vez y sonreímos.
- Me encantas, mi vida.- Dice con su habitual sonrisa perfecta.
- Pues anda que tú a mí...- Le doy un beso en la mejilla y otro pequeño en los labios.
Lo cautivo.
Me envuelve en sus brazos, yo apoyo mi cabeza en su pecho mojado.
- ¿Sabes por qué te he traído aquí, princesa?
Yo le miro, sonrío y niego con la cabeza.
- Porque desde hace tiempo llevo queriendo ver una puesta de sol inolvidable. Apuesto a que esta lo será. - Me besa en el pelo.- Quiero ver caer el sol a tu lado, quiero compartir esto contigo. Porque una puesta de sol no tiene encanto si no estás con alguien especial. Yo, estando junto a ti, viendo este paisaje tan maravilloso, siento que no necesito más.- Le miro conmovida, me encanta cuando me dice esas cosas.
- Yo simplemente estando a tu lado, ya lo tengo todo.- Veo sus ojos verdosos cómo brillan de felicidad. Cómo me miran. A mí. Yo soy la única que disfruto de él, aquí, en esta playa solitaria. En esta playa única, preciosa.
<<Cómo él.>> - Pienso.- <<Los dos formamos una bonita pareja.>>
Me encanta pensar eso. Saber que cómo nosotros no hay dos, que cómo nosotros no amará nadie más en este mundo.
Cómo marcamos una nueva leyenda. Otra más en esta aventura que hemos decidido vivir juntos.
Me quedo adormilada a su lado, apoyada en su pecho. Él me mece y me acaricia el brazo. A veces me susurra varios te quiero mientras me da besos por el cuello. Me siento la más afortunada de este mundo. Siento su cariño, cómo los dos hemos ido demostrando nuestra pasión por el otro continuamente.
Miro al cielo y sonrío, porque sé que nada nos separará. Que estaremos juntos hasta la eternidad. Que le quiero, que le amo. Siento que mi corazón se desborda por él, que late por él. Por aquel chico de camisas de cuadros y converses. Por mi paletillo de León.
De repente me fijo en una nube con forma de corazón. Sonrío y se la señalo a Dani. Éste la mira con curiosidad y ríe. Me vuelve a besar en el pelo. Yo le cojo de la mano.
- ¿Sabes?.- Atraigo su atención a mis palabras.- Decía un amigo mío que las casualidades no existen. Que todo está escrito entre las nubes y las estrellas con tinta invisible...
- Me suena esa frase.- Comenta sonriente.
- ¿A sí?.- Le observo sarcástica.- Será porque me la dijiste tú.
Él ríe y vuelve su mirada a la nube.
- Es una bonita forma de hablar sobre el destino, ¿no crees?.
Asiento conmovida y me separo de él, ahora soy yo quien me pone encima. Le miro embrujada por sus ojos, por esos ojos verdes que parecen sacados del Edén. Sonrío pícara y le beso.
Él se sorprende por mi reacción y sonríe.
- Pero que loca estás, rubia...
- Sí.- Digo mientras pruebo de nuevo sus labios.- Loca por ti.
Sin mirarle me siento a su lado. Él gira la cabeza y me ve. Yo me mantengo mirando al frente y él se mantiene callado, sonriéndome.
- He traído helados.
Veo como sonríe mientras niega con la cabeza. Vuelvo a mirar al frente y él hace lo mismo.
- Al final no te has podido resistir, ¿eh?- Me sonríe mientras coge un poco de helado con su dedo y lo pasa por mi nariz.
Pega una carcajada y me mira. Yo finjo estar enfadada, él se levanta y comienza a correr hacia el agua. Yo le observo sorprendida. Veo cómo se mete en el agua, de cuerpo entero y, tras nadar un poco, vuelve empapado hacia mí sonriendo satisfecho. ´
- ¿Qué, me perdonas ya?.- Yo río y le tiro de la mano hacia mí, para que se siente a mi lado.
Lo hace y le entrego el vol con el helado de chocolate y turrón que le he comprado. Lo prueba y a continuación me besa. Me sorprendo al principio, porque me pilla desprevenida, pero acepto sus labios con muy buen gusto.
Es un beso tierno y suave. Con sabor agridulce, un sabor mezclado por el agua salada del mar y el sabor a chocolate. Me encanta.
Estamos unos segundos más así, besándonos, sin importarnos el tiempo, sin importarnos quién nos vea. Sólo con atención en nuestros labios.
Después de unos segundos más, nos separamos exhaustos, cogemos aire a la vez y sonreímos.
- Me encantas, mi vida.- Dice con su habitual sonrisa perfecta.
- Pues anda que tú a mí...- Le doy un beso en la mejilla y otro pequeño en los labios.
Lo cautivo.
Me envuelve en sus brazos, yo apoyo mi cabeza en su pecho mojado.
- ¿Sabes por qué te he traído aquí, princesa?
Yo le miro, sonrío y niego con la cabeza.
- Porque desde hace tiempo llevo queriendo ver una puesta de sol inolvidable. Apuesto a que esta lo será. - Me besa en el pelo.- Quiero ver caer el sol a tu lado, quiero compartir esto contigo. Porque una puesta de sol no tiene encanto si no estás con alguien especial. Yo, estando junto a ti, viendo este paisaje tan maravilloso, siento que no necesito más.- Le miro conmovida, me encanta cuando me dice esas cosas.
- Yo simplemente estando a tu lado, ya lo tengo todo.- Veo sus ojos verdosos cómo brillan de felicidad. Cómo me miran. A mí. Yo soy la única que disfruto de él, aquí, en esta playa solitaria. En esta playa única, preciosa.
<<Cómo él.>> - Pienso.- <<Los dos formamos una bonita pareja.>>
Me encanta pensar eso. Saber que cómo nosotros no hay dos, que cómo nosotros no amará nadie más en este mundo.
Cómo marcamos una nueva leyenda. Otra más en esta aventura que hemos decidido vivir juntos.
Me quedo adormilada a su lado, apoyada en su pecho. Él me mece y me acaricia el brazo. A veces me susurra varios te quiero mientras me da besos por el cuello. Me siento la más afortunada de este mundo. Siento su cariño, cómo los dos hemos ido demostrando nuestra pasión por el otro continuamente.
Miro al cielo y sonrío, porque sé que nada nos separará. Que estaremos juntos hasta la eternidad. Que le quiero, que le amo. Siento que mi corazón se desborda por él, que late por él. Por aquel chico de camisas de cuadros y converses. Por mi paletillo de León.
De repente me fijo en una nube con forma de corazón. Sonrío y se la señalo a Dani. Éste la mira con curiosidad y ríe. Me vuelve a besar en el pelo. Yo le cojo de la mano.
- ¿Sabes?.- Atraigo su atención a mis palabras.- Decía un amigo mío que las casualidades no existen. Que todo está escrito entre las nubes y las estrellas con tinta invisible...
- Me suena esa frase.- Comenta sonriente.
- ¿A sí?.- Le observo sarcástica.- Será porque me la dijiste tú.
Él ríe y vuelve su mirada a la nube.
- Es una bonita forma de hablar sobre el destino, ¿no crees?.
Asiento conmovida y me separo de él, ahora soy yo quien me pone encima. Le miro embrujada por sus ojos, por esos ojos verdes que parecen sacados del Edén. Sonrío pícara y le beso.
Él se sorprende por mi reacción y sonríe.
- Pero que loca estás, rubia...
- Sí.- Digo mientras pruebo de nuevo sus labios.- Loca por ti.

Sin palabras... un relato con una fuerza vital increible!!!!
ResponderEliminarEs precioso,pero qué bonitos son Dani y Anna *-*
ResponderEliminar