Corría un viento frío aquella noche en Gran Vía.
El silencio nos invadía dejando paso al rugido de la noche de Madrid.
- ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora?
No respondí. Miraba al frente, dejando que el viento me despeinara el cabello rubio. Él en cambio me miraba fijamente, con ojos brillantes.
- Anna, respóndeme.- Suplicaba.
Dejé pasar unos minutos de silencio.
- No lo sé.- Solté de repente. Seguía con la vista al frente.
- Mírame.
- No.
- Anna...- Su voz empezó a quebrarse.- Por favor...
- Daniel. Déjame en paz por favor.
Jamás le había llamado así y sé que le chocó tanto como a mí. No podía mirarle, me derrumbaría, lo sé, lo sabe, lo sabemos todos.
- Sólo dime que es lo que será de nosotros, de ti, de mí. ¿Qué va a ser de esto?
De nuevo permanecí callada.
Madrid parecía furiosa aquella noche, los coches no paraban de pasar por aquella avenida, los murmullos de la gente se convertían en gritos, nadie escuchaba a nadie.
Yo sí, yo escuché su llanto, su grito de impotencia, preguntándome si dejaría que lo nuestro acabara así. Y seguido de esto, un portazo.
No sé qué voy a hacer, ni a dónde va, ni a dónde iré yo. No sé en qué pienso, ni que hago. ¿Qué es lo que va a pasar?
Madrid es tan bella por la noche...
Tomo un último sorbo de café y, tras pagar en la barra, salgo pitando de aquel bar. Me abrocho bien la chaqueta y camino por esta Gran Vía tan distante de todo.
Cada paso que doy es un nuevo golpe en mi corazón. No puedo más, no aguanto todo esto. Siento que Madrid se me va a caer encima, todo se vuelve nublado.
La pregunta vuelve a caer por el aire.
¿Qué es lo que va a pasar?
El silencio nos invadía dejando paso al rugido de la noche de Madrid.
- ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora?
No respondí. Miraba al frente, dejando que el viento me despeinara el cabello rubio. Él en cambio me miraba fijamente, con ojos brillantes.
- Anna, respóndeme.- Suplicaba.
Dejé pasar unos minutos de silencio.
- No lo sé.- Solté de repente. Seguía con la vista al frente.
- Mírame.
- No.
- Anna...- Su voz empezó a quebrarse.- Por favor...
- Daniel. Déjame en paz por favor.
Jamás le había llamado así y sé que le chocó tanto como a mí. No podía mirarle, me derrumbaría, lo sé, lo sabe, lo sabemos todos.
- Sólo dime que es lo que será de nosotros, de ti, de mí. ¿Qué va a ser de esto?
De nuevo permanecí callada.
Madrid parecía furiosa aquella noche, los coches no paraban de pasar por aquella avenida, los murmullos de la gente se convertían en gritos, nadie escuchaba a nadie.
Yo sí, yo escuché su llanto, su grito de impotencia, preguntándome si dejaría que lo nuestro acabara así. Y seguido de esto, un portazo.
No sé qué voy a hacer, ni a dónde va, ni a dónde iré yo. No sé en qué pienso, ni que hago. ¿Qué es lo que va a pasar?
Madrid es tan bella por la noche...
Tomo un último sorbo de café y, tras pagar en la barra, salgo pitando de aquel bar. Me abrocho bien la chaqueta y camino por esta Gran Vía tan distante de todo.
Cada paso que doy es un nuevo golpe en mi corazón. No puedo más, no aguanto todo esto. Siento que Madrid se me va a caer encima, todo se vuelve nublado.
La pregunta vuelve a caer por el aire.
¿Qué es lo que va a pasar?
genial, sencillamente perfecto
ResponderEliminarQué va a pasar y qué ha pasado me pregunto yo. Dios!!! Qué enfadada está Anna... No le pega la verdad,pero algo serio ha tenido que pasar para que esté así...
ResponderEliminarPrecioso. ...��������
ResponderEliminar